¿Estás progresando en el camino?

Lo más importante de la práctica de la observación de las cosas tal y como son es no dejar que el deseo y la aversión surjan en las profundidades de la mente. Y para ello debes hacer un esfuerzo constante. Tu éxito se medirá por el grado de ecuanimidad que alcances. Si no has logrado esta ecuanimidad, ¿cómo puedes esperar algún beneficio de la observación, cómo puedes esperar obtener la paz? ¿Cómo puedes esperar conseguirla si no has trabajado para ello? Bailas con alegría cuando sientes sensaciones agradables y te sientes triste cuando sientes sensaciones desagradables. Esta no es la forma en que debe practicarse la observación.

Date cuenta. Andar por el camino es estar en una situación precaria. Puede parecer fácil de hacer, pero en realidad es muy difícil si sólo lo entiendes a nivel intelectual, pero no lo pones en práctica. Si no te sientas a practicar por la mañana y por la tarde, ¿qué beneficio puedes obtener? Solo seguirás confundido.

Hay criterios para medir si estás progresando en tu meditación o no. Siempre debes evaluarte a ti mismo aplicando estos criterios. 

El primero es ver si estás desarrollando la fuerza de la ecuanimidad para afrontar cualquier situación de la vida. Si no la estás desarrollando, entonces estás muy lejos de tu meta. Si estás desarrollando aunque sea un poco de ecuanimidad, desarrollando un poco más de lo que tenías antes, entonces estás practicando realmente la observación de las cosas tal y como son. Estás haciendo un esfuerzo adecuado; estás progresando. 

El primer criterio, por lo tanto, es ver si estás desarrollando suficiente ecuanimidad para permanecer estable en cualquier situación que encuentres en la vida.

El segundo criterio, muy importante, es comprobar que tan sectario eres

Quien camina por el Camino no se desvía ni se vuelve sectario. Si te sientes orgulloso de pertenecer a un grupo en particular y miras con desdén a otros que pertenecen a otros grupos, entonces estás confundido. Debes evaluarte a ti mismo aplicando esta vara de medir.

Qué diferencia hay en cómo te llames a ti mismo o cuál sea tu grupo, si no estás alerta y atento, si no has desarrollado sabiduría, si sigues multiplicando el deseo y la aversión y te sientes miserable. Sea este nombre o aquel, no hay diferencia. Pero si eres introspectivo, si practicas la observación imparcial y desarrollas el conocimiento y la sabiduría, y aprendes a permanecer ecuánime en todas las situaciones de la vida, entonces definitivamente estás saliendo del sufrimiento.

Independientemente de tus condiciones al nacer, ya sea que te consideres una persona noble, rica, inteligente, culta, o de origen humilde, marginada, ignorante: si multiplicas tu deseo y aversión estás destinado sufrir.  Y si dejas de hacerlo, comienzas a liberarte del sufrimiento. Has comenzado a comprender realmente la realidad, las leyes y el camino. Pero si sigues desarrollando impurezas, no has entendido el trabajo y estás muy lejos del camino. 

Cuanto antes comprendas esto, antes podrás determinar si has desarrollado un complejo de superioridad o de inferioridad debido a la casta o grupo a la que perteneces. Si descubres que has desarrollado uno de estos complejos, entonces todavía no estás maduro en el Trabajo;

Sostener puntos de vista erróneos es una fuerte traba. Uno sostiene un punto de vista filosófico particular que ha sido sostenido por siglos, a través de incontables generaciones. Uno está tan fuertemente apegado a él que sólo considera esta visión como verdadera y todas las demás como falsas. Mientras sostengas este punto de vista, no estás practicando verdaderamente la observación imparcial, y estás muy lejos del verdadero Trabajo.

Si te estás liberando del deseo y la aversión, entonces estás caminando por el camino correcto. Si otra persona se libera de las impurezas, también está caminando por el camino correcto.

Por eso digo que practiques la observación imparcial y todas las cosas se arreglarán solas. Erradica la causa del sufrimiento que se encuentra en la parte inconsciente de tu mente. En realidad no es inconsciente, sino que siempre es consciente de las sensaciones que surgen en el cuerpo. Siempre genera deseo cuando experimentas sensaciones placenteras. Siempre genera aversión cuando tienes sensaciones desagradables. Si  quieres experimentar la paz tienes que cambiar el patrón de hábitos de tu mente observando la impermanencia. Si haces esto, no importa a qué grupo pertenezcas, en qué casta hayas nacido o qué visión filosófica tengas. De hecho, todas estas circunstancias, en última instancia, son inútiles para nuestra liberación. Si las dejas a un lado, empezarás a comprender lo que es el verdadero Trabajo. Te hará un gran bien.

Si caminas por el camino correcto, con certeza obtendrás beneficios. Cada paso que des en él te acercará a ese estado que es eterno, permanente e inmutable y en el que los sentidos cesarán de funcionar.  Progresarás en esa dirección cuando no consideres ninguna otra cosa como permanente.

¡Que todos sean felices! 

Adaptación de Ācariya Satya Narayan Goenka and His Teaching